3. PERIODO FETAL
El
periodo fetal se inicia a los tres meses de gestación y finaliza
cuando el bebé nace. Los órganos, que ya se han formado en el periodo
embrionario, en esta fase crecerán, madurarán y perfeccionarán su
funcionamiento.
A las 10 semanas tiene los párpados completamente formados aunque permanecen cerrados (se abrirán en la semana 28).
El feto con 12
semanas puede cerrar los puños y succionar el dedo pulgar y tiene la
cara completamente formada. Aparecen los brotes dentarios que formarán
los futuros dientes del niño.
El feto se
mueve continuamente (todavía la madre no puede notar sus movimientos);
es tan pequeño que puede moverse tanto como quiera dentro del líquido
amniótico. Presenta unas extremidades delgadas y largas, la cabeza es
muy grande (casi la mitad del tamaño del bebé). El hígado ya es capaz de
producir glóbulos rojos.
Normalmente a
las 12 semanas se realiza una ecografia donde ya puede verse el sexo
del bebe los genitales del feto ya están formados y diferenciados. A las
12 semanas pesa unos 45 gramos y mide 8 centímetros.
El sentido del
tacto ya está presente en el bebé desde el tercer mes de gestación. En
la superficie corporal del feto ya se han desarrollado los receptores
sensoriales del tacto, presión y temperatura. Todavía es un sistema que
tiene que madurar y, estará maduro en el séptimo mes de gestación.
A las 16 semanas realiza un abanico más amplio de movimientos y mide unos 15 centímetros.
Las papilas gustativas se empiezan a desarrollar en la semana 14 y 16 (se desarrollan completamente en la semana 32); el feto tiene predilección por el sabor dulce.
El feto puede oír entre las 17 y 19 semanas y, a partir de la semana 24, el bebé responde a estímulos auditivos (música,
sonidos fuertes…), moviéndose y aumentando la frecuencia cardíaca. El
feto, en el útero, recibe un número elevado de estímulos auditivos que
le llegan atenuados por las paredes del útero, músculos abdominales,
piel y líquido amniótico. El sonido escuchado con más frecuencia es la
voz de la madre y los ruidos internos (corazón, intestinos, vasos
sanguíneos…).
La piel es
transparente y se desarrolla un vello fino en la cabeza que se llama
lanugo que, progresivamente, recubrirá todo su cuerpo.
Los músculos y los huesos maduran, se hacen más fuertes y el feto hace movimientos activos.
En
la semana 20 se forman las cejas, las pestañas y las uñas de los pies y
de las manos. La madre puede notar los primeros movimientos del bebé.
En la semana 22 la médula ósea empieza a producir células sanguíneas.
A las 20 semanas el feto pesa unos 450 gramos y mide 19 centímetros.
Sexto y séptimo mes
Los ojos están
perfectamente desarrollados y los párpados del bebé se abren a partir de
la semana 24 (en algunos casos en la semana 26). Cuando esto ocurre, el
feto ya puede ver y responder a los estímulos lumínicos (por
ejemplo, al acercar un foco luminoso a la barriga de la madre). En el
séptimo mes pueden enfocar la mirada a unos 30 centímetros.
A las 24 semanas tiene reflejo palmar y de sobresalto, se forman las huellas dactilares de los pies y de las manos.
Los pulmones empiezan su proceso de maduración, formándose los alvéolos pulmonares (estructura más pequeña de los pulmones).
En las semanas
de la 26 a la 30 el cerebro del feto se desarrolla muy deprisa, es capaz
de controlar algunas funciones corporales, abre y cierra los párpados, y se mueve voluntariamente.
A las 28 semanas el feto pesa unos 1.300 gramos y mide 27 centímetros.
Octavo y noveno mes
El feto aumenta de peso y también se incrementa la grasa corporal. Los huesos están completamente desarrollados aunque no están completamente calcificados (son blandos).
Ya puede
presentar movimientos respiratorios rítmicos e hipo. A pesar de esto,
los pulmones no estarán maduros hasta la semana 34.
Durante las
últimas semanas del embarazo el lanugo empieza a desaparecer y el
cabello es más grueso, el feto queda recubierto de una sustancia grasosa
que se llama vérnix caseoso.
Los genitales
están muy bien formados: los testículos están en la bolsa escrotal (en
los niños) y los labios mayores cubren a los menores (en las niñas).
A partir de las 37 semanas se dice que el bebé está a término, es decir, maduro y preparado para nacer.
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